Pero, ¿para qué rayos
sirve cada una? Uno pensaría que sirven para lo mismo, pero la verdad es
que los resultados dependen enteramente de la forma.
Podrías tener la mejor base de
maquillaje del mundo, pero sin las herramientas correctas para aplicarla, podrías
terminar viéndote súper plana. Y aquí es donde cobran importancia las esponjas
de maquillaje o popularmente llamadas ‘beauty blenders’. Lo que antes era un
triángulo de esponja en la época de los dinosaurios, ahora tiene diferentes
formas, tamaños y hasta colores.
• Esponja triangular: La
esponja triangular forma parte de la primera generación de esponjas de
maquillaje. Son desechables y perfectas para las chicas flojas con poco tiempo
(especialmente porque son baratas y fáciles de usar). Hacen un buen trabajo,
pero las líneas rígidas y puntas afiladas podrían dificultar la distribución
equitativa del producto. Y aunque sean las más baratas, la verdad es que no son
las mejores. Aunque puedes mejorar los resultados mojándola un poco antes para
controlar la aplicación.
• Con forma de reloj de arena:
La esponja curvy está hecha con carbón de bamboo, el cual retrae los
contaminantes de la piel mientras se aplica el producto. Gracias a sus curvas,
mejora la aplicación del maquillaje. Y si se sostiene por la parte redonda, la
aplicación es más suave.
• Esponja mini:
Además de ser adorable, la mini es muy funcional. Está hecha específicamente
para los detalles, especialmente en área pequeñas como los ojos y la nariz. Son
perfectas para cubrir imperfecciones tales como las ojeras y alrededor de los
labios y la natirz. Al igual que con la esponja triangular, es más efectiva si
se moja antes de aplicar el producto.
• Beautyblender: Esta
es la original, tiene la forma de una gota de agua o un huevo, ¡y está por
todos lados! Es la favorita entre youtubers, editores de belleza y artistas de
maquillaje… y con justa razón. Esta esponja aplica maquillaje líquido, en gel
y cremas sin dejar rastro alguno. Los productos ‘nude’ son menos visibles
con una esponja del mismo tono, lo mismo sucede con bases, bronceadores y hasta
rubor en crema, el cual tiende a teñir horriblemente las esponjas.
• Esponja cortada:
Pareciera que cortaron esta esponja a la mitad por accidente, pero realmente es
una herramienta multiusos: La parte redonda es buena para la aplicación básica
de base y bronceador. Mientras que la punta afilada y recta está hecha
para los detalles y el ‘contour’ de productos cremosos.
Fuente: Eme de Mujer