¿Últimamente te encuentras en
frente de tu clóset lleno y sientes que no tienes NADA que ponerte? En esos
momentos oscuros, parece que la única solución es salir de compras y renovar tu
armario… pero realmente ir de ‘shopping’ es lo ÚLTIMO que deberías de hacer.
Por el simple hecho de que
tienes un clóset lleno y nada que ponerte, podemos asegurar que no estás
pensando bien las cosas. Irás a una tienda, comprarás un montón de cosas y ni
siquiera las usarás.
He aquí la verdad absoluta de
tu problema: ¡no necesitas más ropa! En realidad necesitas MENOS. Y no para
poder llenar tu clóset nuevamente, sino para poner un orden en tu cuarto (y en
tu vida).
• Ropa virgen: Es decir, ropa
que NUNCA hayas usado o sólo lo hiciste una vez, pero no te gustó y no la
volviste a usar. ¿Y qué hacer con la ropa que no usas o nunca usarás? Venderla,
regalarla o donarla. Es más que obvio que si nunca la usaste, no lo harás en un
futuro.
• Ropa clón: Entendemos que
tengas blusas y ropa interior idéntica, pero si también tienes 10 vestidos
florales parecidos, es momento de que los tires. Elige los que más te gusten (2
máximo) y deshazte de los demás. Entendemos que te gustan las flores, pero no
necesitas 2 vestidos idénticos a menos que sean tus favoritos y los uses todo
el tiempo.
• Ropa cómoda: Ropa súper
cómoda que sólo usas cuando estás depre o no quieres hacer nada de tu vida. Es
decir, la ropa que nadie NUNCA verá puesta en ti. Y tal vez no te importe la
ropa que nadie vea, pero aunque no lo creas, esas prendas tienen un gran efecto
en ti y tu confianza, así que no te recomendamos atascarte de ellas. No
deberías tener ropa con la que no te sientas a gusto, al contrario, sólo
deberías conservar la que te fascina y te haga sentir como una diva.
• Ropa pasada: Esas piezas que
en alguna ocasión amaste y usaste todo el tiempo, pero ahora no las usarías por
NADA del mundo. Es hora de enfrentar a tus horribles tendencias favoritas y
aprender de ellas. Si ya no te gustan los leggins, tíralos. Si te dejaron de
gustar las chamarras rosas, olvídate de ellas. ¿Por qué las sigues conservando?
• Ropa que no te queda: Todo
lo que no te quede o PIENSES que te quedará cuando adelgaces… o crezcas, o
engordes. Claro, tu vestido de graduación podría ser una gran motivación para
bajar de peso, pero si estás conservando esa ropa desde hace años, es porque
realmente necesitas poner más atención a tus metas y no a tu ropa.
• Ropa basura: Cualquier cosa
que esté manchada o rota y prácticamente no tenga remedio. Sabemos que esos
jeans te daban una figura envidiable, pero ahora ni siquiera puedes usarlos,
así que ¿por qué guardarlos de recuerdo?
FUENTE: EME DE MUJER
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